Descubre la fiscalidad de los planes de pensiones y cómo afecta a tus ahorros
Los planes de pensiones son un producto financiero diseñado para ayudarte a ahorrar de cara a la jubilación. A través de ellos, puedes hacer aportaciones periódicas o aportaciones únicas para ir acumulando un capital que utilices en el futuro para cubrir tus gastos cuando ya no trabajes. Sin embargo, la fiscalidad que rodea a los planes de pensiones es bastante compleja, y es importante entender los diferentes aspectos fiscales que pueden afectar a tus ahorros. Por eso, en este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre la fiscalidad de los planes de pensiones.
Tipos de planes de pensiones
Antes de entrar en detalle en la fiscalidad, es importante conocer los diferentes tipos de planes de pensiones que existen en el mercado. Los planes de pensiones pueden ser individuales o colectivos, y pueden ser de renta fija o variable. En los planes de pensiones de renta fija, el capital aportado se invierte en productos de bajo riesgo, como bonos o letras del tesoro. En cambio, en los planes de pensiones de renta variable, el capital se invierte en productos más arriesgados, como acciones. Su rentabilidad es mayor pero también su riesgo de pérdida.
Por otro lado, los planes de pensiones individuales son aquellos que contratas tú mismo con una entidad financiera, mientras que los planes de pensiones colectivos son aquellos que contrata una empresa para sus empleados. Los planes de pensiones colectivos suelen tener menores costes que los individuales, por lo que son más recomendables para los trabajadores que no quieren invertir grandes cantidades en sus planes de pensiones.
Ventajas fiscales de los planes de pensiones
Una de las principales ventajas fiscales de los planes de pensiones es la desgravación fiscal. El Gobierno fomenta el ahorro para la jubilación y por eso permite reducir la base imponible de la renta hasta un determinado límite. Este límite es de 8.000 euros o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas.
Por ejemplo, si tienes un sueldo bruto de 35.000 euros y aportas 1.000 euros al año a tu plan de pensiones, tu base imponible quedará reducida a 34.000 euros, por lo que pagarás menos IRPF. Además, las personas mayores de 50 años tienen un límite mayor de desgravación: pueden aportar hasta 10.000 euros o el 50% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas.
Además, el dinero que inviertas en un plan de pensiones no se considera parte de tu patrimonio, por lo que no tendrás que pagar impuestos por esa cantidad hasta que decidas rescatar el capital. Es decir, el dinero que aportes al plan de pensiones no tributará hasta que lo saques.
Fiscalidad de los rescates de planes de pensiones
Cuando decidas rescatar tu plan de pensiones, tendrás que tener en cuenta la fiscalidad de los rescates. Los planes de pensiones tienen una serie de restricciones respecto al momento en que puedes rescatarlo, y además, la forma de rescate también influye en la fiscalidad que tendrás que pagar.
Si te jubilas y quieres rescatar todo el capital que tienes en tu plan de pensiones, tendrás que tributar por el dinero que retires en la renta como si fuera un salario. Esto significa que a partir del año 2022 tributarás en función de cinco tramos en vez de los dos que existían hasta ahora: hasta 12.450 euros, del 12% hasta 20.200 euros, del 24%; desde 20.200 euros hasta 35.200 euros, del 3,7%; desde 35.200 hasta 60.000 euros, del 3.7%; y por encima de 60.000 euros, del 47%.
Si decides rescatar todo tu plan de pensiones antes de jubilarte, tendrás que tributar por las rentas obtenidas en el IRPF, como imputar una renta en tu declaración de la renta. Sin embargo, si optas por rescatar solo una parte para hacer frente a gastos específicos, como la compra de una vivienda habitual, puedes aplicar la reducción del 40% en el IRPF, siempre y cuando ese dinero vaya directamente a la adquisición o rehabilitación de la vivienda.
Planes de pensiones y sucesiones
Otro aspecto importante de la fiscalidad de los planes de pensiones es su gestión en caso de sucesiones. En el caso de que fallezcas y tu plan de pensiones no hayas llegado a rescatarse, tus herederos serán los beneficiarios de ese plan de pensiones.
Desde el pasado 2020, la base reguladora del impuesto que se debe aplicar a los beneficiarios es del 20%, lo que significa que solo tributarán por el 20% del dinero que reciben. El 80% restante tendrá una carga fiscal mucho más baja.
Conclusión
En definitiva, los planes de pensiones son una opción muy interesante para ahorrar de cara a la jubilación. Además, gracias a su regulación, cuentan con ventajas fiscales que permiten reducir la base imponible de la renta y no tributar por el dinero aportado hasta que se rescata. Sin embargo, es importante que conozcas todas las condiciones y restricciones que tienen estos planes de ahorro, especialmente cuando se trata de la fiscalidad de los rescates y la gestión en caso de sucesiones.