La compra de una vivienda es una de las decisiones económicas más importantes en la vida de una persona. Sin embargo, a menudo la financiación de una hipoteca puede convertirse en un problema y generar estrés y ansiedad en los propietarios. En el peor de los casos, si no puedes seguir pagando tu hipoteca, ¿qué opciones tienes?
Lo primero que debes hacer si te encuentras en una situación en la que no puedes pagar tu hipoteca es contactar con tu banco cuánto antes. No hacer frente a los pagos puede suponer que la entidad financiera empiece a enviar cartas de aviso y a cobrar recargos. Pero también es una oportunidad para negociar una solución que te permita mantener tu vivienda.
Una posible solución es acordar una ampliación del plazo de la hipoteca para reducir la cuota mensual, o acordar una carencia temporal que te permita pagar sólo intereses durante un tiempo determinado. Esto puede darte el tiempo que necesitas para mejorar tu situación financiera, encontrar un empleo mejor remunerado o vender la propiedad a un precio adecuado.
Otra opción que tienes si no puedes seguir pagando tu hipoteca es renegociar las condiciones con tu entidad financiera. Puedes solicitar una reducción de la tasa de interés o cambiar de una hipoteca a tipo variable a una a tipo fijo si la evolución de los tipos de interés cambian a tu favor.
Pero debes tener en cuenta que ninguna de estas opciones garantiza una reducción en la cantidad que debes. Debes ser cuidadoso y no aceptar una oferta que haga que pagues más intereses en el largo plazo. Por eso, antes de aceptar un acuerdo, elige una entidad ofrecida en el mercado que te ofrezca las mejores condiciones y realice un análisis detallado.
La resolución de la hipoteca es un procedimiento en el que el banco solicita el pago de la deuda, embargo de la propiedad y posterior venta en subasta. Esto puede afectar negativamente al historial crediticio del deudor y al impedir la literal incapacidad de este de llegar a nuevos acuerdos financieros.
Si no puedes hacer frente a las propuestas del banco y te ves obligado a vender o abandonar tu vivienda, debes saber que el banco tiene la obligación de vender el inmueble al precio más alto posible para reducir la cantidad que debes. Si el precio final es inferior a la cantidad que debes, el banco deberá informarte e indicar los procedimientos para que puedas reducir o incluso eliminar la deuda.
Si ninguna de las opciones anteriores te parece conveniente, puedes vender tu propiedad. Aun sabiendo que debes vender el inmueble a un precio inferior al que entrarías dentro del mercado si no tuvieras nada pendiente, será la solución más rápida para salir de la deuda y ahorrar en intereses.
Una vez vendida la vivienda, tendrás que pagar al banco la cantidad pendiente y lo sobrante podrás aprovecharlo para pagar deudas pendientes o comprar nueva vivienda adaptada a tus condiciones personales.
En resumen, si no puedes seguir pagando tu hipoteca, lo más recomendable es que contactes con tu banco cuanto antes. Negociar una solución es beneficioso para ambas partes, ya que si la entidad financiera se ve obligada a emprender el proceso legal de ejecución de la hipoteca, tendrá que asumir costos significativos y existirán riesgos financieros para ambas partes.
Incluso si tienes que vender la propiedad con una pérdida económica superior al que ingresarías en el mercado sin embargo entrando en estas opciones, podrás ahorrar en intereses y de esta manera minimizar el efecto sobre tu economía personal, para que en el futuro puedas volver a solicitar una hipoteca y planear la adquisición de un inmueble ya sabiendo que no tendrás deudas.